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De ciudades inteligentes a ciudades seguras

De ciudades inteligentes   ciudades seguras

Ahora que más de la mitad de la población de todo el mundo vive en ciudades y se prevé que esa proporción aumente en el futuro, las ciudades van a desempeñar un papel cada vez mayor en el futuro de la sostenibilidad y la salud humana. Con el brote de COVID-19, se ha debatido mucho sobre la cuestión de la gestión de las pandemias en las ciudades. Esto ha generado preguntas como: ¿Cómo podemos mitigar los riesgos para la salud en los entornos urbanos? ¿Cómo podemos garantizar la salud y la seguridad de la gente en zonas densamente pobladas sin imponer el distanciamiento físico? ¿Cómo podemos garantizar la salud y la seguridad de los ciudadanos sin vulnerar su derecho a la privacidad? Aunque no tenemos respuesta para todas estas preguntas, lo que está claro es que la gestión de las pandemias en las ciudades se basará en las nuevas tecnologías, especialmente en las de control y monitorización.

Recurrir a la monitorización para restablecer la salud

Ante la pandemia, casi todos los gobiernos recurrieron a la tecnología de las ciudades inteligentes para rastrear a las personas infectadas o comprobar si se seguían las reglas de distanciamiento social. La gravedad de la situación requirió el uso de todos los medios disponibles para aplanar la curva de casos de COVID-19 y garantizar la salud y seguridad de todos.

China, por ejemplo, movilizó masivamente sus herramientas de monitorización, desde drones hasta cámaras de CCTV, para monitorear a las personas en cuarentena y rastrear la propagación del coronavirus. Otras naciones como Israel, Singapur o Corea del Sur también utilizaron una combinación de datos de geolocalización, imágenes de videocámaras y datos de tarjetas de crédito para rastrear los casos de COVID-19 en sus territorios. En Francia, Orange estimó (basándose en sus datos de demarcación) que 1,2 millones de residentes de la Región Parisina abandonaron el territorio entre el 13 y el 20 de marzo..

Región Parisina: un fértil caldo de cultivo para las tecnologías de monitorización

En la Región Parisina, las aplicaciones de rastreo se multiplicaron muy rápidamente, especialmente después de que el Gobierno francés las aprobara a finales de mayo. La aplicación oficial nacional denominada StopCovid app está disponible desde el martes 2 de junio de forma voluntaria. Una fecha que coincidió con la cautelosa reapertura de las terrazas de bares y restaurantes en toda Francia.

La Región Parisina probará la aplicación de localización de contactos StopC19,  destinada a fines industriales. Google y Apple han anunciado su colaboración para desarrollar un sistema de seguimiento conjunto de sus redes de smartphones, que quieren ofrecer a las autoridades sanitarias en Francia. Imaginamos que ese dispositivo será ponible (wearable), como un reloj inteligente que garantice la distancia física, mida la fiebre y pueda dar datos de geolocalización.

Para mejorar el bienestar de los pasajeros y fomentar el cumplimiento de las normas de distanciamiento social, la Red de Transporte Público de París (RATP) añadió un nuevo servicio a su aplicación: «crowdsourcing de afluencia de pasajeros». Se invita a los pasajeros a compartir su experiencia a través de la aplicación. El objetivo es ofrecer, en tiempo real, datos sobre la cantidad de pasajeros que hay en cada tren para agilizar más el flujo de tráfico en paradas y estaciones. La RATP ya está probando sus cámaras de «reconocimiento facial» para medir la tasa de uso de mascarillas en una estación de metro durante tres meses.

El aeropuerto de Roissy también está equipado con cámaras térmicas para detectar a los pasajeros que tengan fiebre. Se instalaron doce cámaras térmicas en las puertas de llegada de la terminal de vuelos internacionales. Ya se han instalado sistemas de cámaras térmicas en 18 aeropuertos de la red internacional del grupo Aéroports de Paris (ADP).

La Comisión Nacional de Informática y Libertades (CNIL) autoriza el uso de esta tecnología únicamente si cumple el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) para preservar la privacidad de los datos personales: los interesados deben ser informados de que se está utilizando la videovigilancia, el reconocimiento facial solo se puede usar con su consentimiento libre y válido, no se pueden conservar los datos y no deben aparecer en las pantallas los controles de temperatura ni la temperatura corporal (sin identificación).

Según International Data Corporation (IDC), las inversiones en iniciativas de Smart City se dispararán en 2020, con un aumento del gasto del 20 %. Esto significa que, si puede aportar soluciones que cumplan el RGPD y las normas éticas francesas, tiene muchas oportunidades en la Región Parisina.

 

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